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26 de mayo de 2013

INOPERANCIA DE LA CALCULADORA O ABSURDO EDUCATIVO


Por: Mtro. Francisco Javier Reyes Sánchez

 
              Es cierto, en las escuelas pasa de todo: desde lo sublime, lo inútil, lo innovador, lo meritorio y hasta lo absurdo.

            Un ejemplo de un caso absurdo es el relacionado con la prohibición de utilizar calculadora en la resolución de problemas matemáticos durante los exámenes de esta asignatura o incluso a veces en las propias sesiones de clase.

            ¿De dónde nace esta prohibición? Comúnmente se ha manejado que los alumnos no deben usar calculadora hasta que no dominen el algoritmo de las operaciones matemáticas más usuales (básicas, raíz cuadrada, potencias). Opinión que me parece absurda puesto que la invención y desarrollo de la calculadora tiene que ver con el facilitar y agilizar la realización de operaciones matemáticas, es decir que sin tener que dominar el algoritmo de dichos ejercicios, igualmente pudieran realizarse con efectividad; luego entonces, ¿por qué prohibir su uso?.

            Prohibir que los escolares de primaria y secundaria utilicen la calculadora en los exámenes de matemáticas bajo el argumento anterior, equivale a pedirle a alguien que traslade “a lomo” 10 cajas de libros y decirle que hasta que no se le haya fortalecido el músculo y no se canse al realizar el trabajo de transportar las cajas, podrá utilizar el “diablito”.....

            ¿Qué acaso, las máquinas,todas ellas, no fueron inventadas por el ingenio humano para faciltar los trabajos?. No es la calculadora también una máquina que tiene este propósito?. Al menos creo que Pascal (1623-1622), Schickard (1592-1623) y otros, como los mesopotámicos o los chinos tuvieron esa visión.

            Tal vez haya quien afirme que la restricción de uso de la calculadora tiene que ver con razones metodológicas profundas, casi como arcanos secretos de la Ciencia.

            Esto me hace recordar a un excelente maestro de Matemática que tuve en el CONALEP (estudié por ahí en una época en que mi orientación vocacional estaba muy difusa), y que planteó al inicio del semestre la alternativa de entregarnos 20 enunciados de problemas, llevarnóslos a casa y no presentarnos hasta el fin del periodo a registar nuestra calificación aprobatoria si entregábamos los problemas expresados en lenguaje algebraíco, es decir, planteada la o las ecuaciones que resolverían el problema. El no pidió los problemas resueltos, no habría que realizar cálculo alguno, sólo presentar el planteamiento matemático de los problemas.

            En áquel entonces no entendí el por qué de tal propuesta del docente. Hoy, creo entender que obedece a que en la enseñanza de la Matemática debe perseguirse el desarrollo del pensamiento lógico y la capacidad de abstraer las realidades concretas expresándo sus elementos y las relaciones entre ellos a través de símbolos. Es decir, se trata, pues de desarrollar el razonamiento de orden superior, más que el mecanizar y memorizar procedimientos de cálculo.

            Y es que, si alguien es capaz de expresar matematicamente una situación concreta problemática ya tiene el 99% de la solución, sólo resta presionar la tecla ON de la calculadora y realizar las operaciones incluídas en la expresión algebraíca.

            Pero, como dije al principio, en las escuelas pasa de todo. Y en este sentido me pregunto que pasaría si un escolar quisiera utilzar un ábaco al resolver un examen de Matemáticas,...se le permitiría o no?, ¿qué cree usted?.

            Al final, creo que lo aquí comentado sólo refleja uno de los tantos absurdos que vivimos en la educación y en nuestras escuelas.

1 comentario:

La Diáspora dijo...

Mtro Francisco gracias por seguir siendo parte de este ejercicio de comunicación.