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30 de septiembre de 2018

SOBRE EDUCACIÓN Y TENEBRAS


SOBRE EDUCACIÓN Y TENEBRAS
POR: IGNACIO IVAN GONZÁLEZ ANAYA
Hace tiempo lancé la pregunta ¿qué pasa en educación? y terminé contestándome que sucede de todo,  bueno y malo. Hoy quizás la pregunta debería de ser ¿qué pasa en el campo de lo educativo y la razón de sus inercias?
Sigo teniendo la certeza de que los diferentes campos (en el sentido más sociológico de Bourdieu) tienden a generar polarizaciones entre los agentes del mismo, qué saben y no, los de mayor experiencia y los noveles,  los de mayor prestigio y fama y los invisibles aún, etc. Curiosamente en Educación a los de mayor antigüedad se les llama VACAS SAGRADAS (entiéndase para hombres o mujeres), por el hecho histórico de la vaca aurea (deslizamiento judeo cristiano al ámbito laico) que era a la que se le rendía tributo y adoración por ser la representación de la sabiduría. Esta representación social (en el más puro sentido de Moscovici) sin duda lleva  significado y  significante, los cuales deberían mantener una relación interna-externa en tanto experiencia-conocimientos, para así lograr la legitimación real de la figura ya nombrada (desde la construcción social de la realidad de Berger y Luckman); pero curiosamente no sucede así. Quién se posiciona en ese peldaño busca mantenerse allí por cuestiones de estatus, ego, beneficios implícitos y explícitos con el sistema y lógicamente al preguntárselo contestará con un NO. Este tipo de personas son como Voldemort (señores de la Tenebra), primero tratarán de cooptarte para generar un escudo protector por sobre los otros; al no lograrlo, utilizarán toda una serie de artimañas para lograr incidir en los demás y entonces lograr el destierro del que se atrevió a ser diferente y mandarlo a la zona más Liminal (lógica construida a partir de James Clifford).
Alguna ocasión Foucault en su libro Conocimiento y Poder mencionó: quieres doblegar la voluntad de un hombre con el ejercicio del poder, quítale los beneficios que le diste. Esto lo saben bien esas VACAS SAGRADAS, el PODER lo ejercen a partir de los beneficios otorgados por alguien más, pero no se dan cuenta que son ellas las que están siendo atravesadas por una relación asimétrica entre la autoridad y la obediencia hacia ellas. Cuando dichas figuras generan la segregación de los diferentes no imaginan que lo que están provocando es una relación de poder inversa y directa hacia ellas, pues en esa acción se incita, suscita y se produce.
Lo anteriormente expuesto genera en el campo educativo una suerte de construcción de torre de Babel, en la cual los lenguajes, significados, lealtades y moralidades se contraponen, ah, pero eso sí en términos de discurso: buscando todos el bien común. Solo faltaría como final feliz, que surgiera (en el mejor de los casos) un libre pensador que propusiera el esperanto para así unir fuerzas y fines.
El siguiente cuento pensé ubicarlo al inicio, pero finalmente decidí dejarlo al final, ustedes habrán de disculpar: Érase una vez un reinado en el que existían (como personajes del cuento) un Rey, una Bruja, el pueblo, un bufón y el juglar. Sucede que la Bruja tenía una sed inmensa de controlar al Rey, ella había envenenado con su brujería un pozo de agua, un día en que el rey salió de casería al regresar tenia sed y una bella dama le ofreció agua y él la bebió. El rey gozaba de buen juicio y ese día al llegar al palacio comenzó a decir que todos estaban mal y los criticaba ferozmente; el bufón trató de alegrarlo y “mocos” que le cortan la cabeza. Cercano al pozo de donde tomó el agua la bruja (en el momento en que lo hizo) pasaba un juglar, el cual se percató de la acción. Se dirigió al reino y al darse cuenta de la muerte del bufón, haciendo gala de sus dotes de cantante de historias, entonó a todo el pueblo con la crónica de lo sucedido. Inmediatamente todo el pueblo fue al pozo y tomo del agua. Ahora la única que estaba mal a la luz del rey y sus súbditos era la bruja. Estuvo a punto de que le cortaran la cabeza pero en una suerte de prestidigitación cambio su apariencia.
Hace tiempo Carlos Monsiváis argumentaba, haciendo referencia a Foucault en su diálogo con Fontana, sobre los Intelectuales Orgánicos (aquellos que solo legitiman al sistema a partir de acciones solamente para reproducirlo) vs los Transformativos (aquellos que conocen las dinámicas del sistema pero que se incrustan con prácticas críticas y  de creatividad diversas) que estos ya no existen en la dinámica social macro, que  migraron a los ámbitos académicos. Bueno pues ahí están, sepamos por donde caminamos y cómo lo hacemos.