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7 de marzo de 2012

DE REFORMAS Y RESPONSABILIDADES

Por: Adriana Navarro Almeida.
Hablar de las reformas en el sistema educativo nacional puede pasar bajo la mirada de muchas posturas científicas, políticas, gremiales y hasta de sentido común, que emitirán opiniones a favor o en contra.

En mi caso usaré la mirada de mi sentido común como docente: yo firmé para la Secretaría de Educación un nombramiento como maestra catedrática en el cual se asienta en la parte inferior la leyenda que dice más o menos así, “me comprometo a cumplir y hacer cumplir las normas, mandatos y preceptos que la ley me marque y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”. Bueno de hecho todo servidor público, del nivel que se trate, firma un documento así. Desde el Presidente hasta un empleado de aseo de oficinas gubernamentales (perdón, sólo si el servicio no es subrogado!).

Siendo así los maestros tenemos la obligación de conocer, los Planes y Programas del nivel donde nos desempeñemos y sobre todo comprender y aplicar los enfoques, conceptos y planteamientos pedagógicos que estos nos marquen. Me pueden parecer, o no; puedo estar de acuerdo, o no; puedo considerarlos perfectibles, o no; pero, tengo la obligación de conocerlos. Después de eso puede venir todo lo demás.

Sin embargo, una vez más me topo con infinidad de maestros cuestionando la validez, viabilidad, operacionalidad, pertinencia, o no de la Reforma en Educación Básica, de la Reforma a la Educación Normal, sin haber leído un solo documento que exponga, explique, y demuestre el espíritu de dichos cambios. No renuncio a mi libertad de expresión crítica y propositiva de lo que considero pertinente y válido para la formación de alumnos, por el contrario, para poder seguir manteniendo esa postura me veo obligada primero a conocer los sustentos epistémicos, pedagógicos, filosóficos, políticos, económicos, etc. que la generan y sustentan. No puedo cumplir con lo que dichas Reformas me piden que como docente me comprometa a cumplir si no las conozco.

Hoy puedo decir que no ha faltado la socialización de dichos proyectos, pero ha faltado de nueva cuenta el interés en conocerlos. Existen los documentos que sustentan las Reformas en Preescolar, Primaria, Secundaria y Educación Normal, tanto de manera impresa como electrónica, subidos al ciberespacio donde se pueden conocer. Hay documentos que justifican la pretendida articulación de la Educación Básica y que marcan los por qués, para qués y los cómos pero… no son revisados por los directamente obligados. Los maestros.

De nueva cuenta para discernir, para cuestionar y para aplaudir se necesita conocer… No podemos renunciar al derecho de conocer. Las sociedades del conocimiento de las que los docentes debemos formar parte activa sólo se construyen conociendo. Que la información circule, “Que Dios reparta suerte, y vamos por más”, como dice un dicho español.

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